Página 110 - APRENDIZAJE, CONOCIMIENTO

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Introducción
Tradicionalmente en la cultura académica imperante se ha considerado
investigador solo a aquellas personas de renombre que llevan una larga
trayectoria en las actividades de investigación. En contraposición a esta visión,
surgen los Semilleros de Investigación como un movimiento universitario,
fundamentalmente estudiantil, que busca la formación en investigación en el
marco de una cultura académica con valores y principios distintos a los
tradicionales. Aunado a lo anterior, la edad del investigador mexicano promedio
oscila de 40 a 49 años, donde se concentra casi 35 por ciento total (5 mil 116
integrantes), mientras la presencia de científicos jóvenes es prácticamente
inexistente: sólo 18 hombres y 14 mujeres menores de 30 años tienen un lugar en
el Sistema Nacional de Investigadores, esto es, 0.21%. En contraste, existen 4 mil
130 de entre 50 y 59 años, mil 451 de 60 a 69 años y 473 mayores de 70 años
(Atlas de la Ciencia Mexicana, 2010). Esto demuestra la prioridad que deben
tener las instituciones de educación superior por fomentar la vocación científica en
los jóvenes.
Una manera de formar a los jóvenes en actividades científicas son los Semilleros
de Investigación. Aunque el origen de los Semilleros es atribuible al interés de
algunos Investigadores que promovieron el repensar de la labor investigativa a
través de sus estudiantes; el desarrollo y evolución que este movimiento ha tenido
no se puede limitar sólo a este origen, hay que considerar que estos Semilleros de
Investigación posibilitan una forma diferente de entender y asumir el espíritu
científico (Hernández, 2005).