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Introducción
Si observamos a nuestro alrededor, encontraremos que si bien, las grandes
empresas dominan mercados amplios muy específicos, las micro, pequeñas y
medianas empresas, las superan por una gran diferencia en número, sin embargo
sus diferencias van más allá del tamaño y la producción, pues cada una de estas
organizaciones presenta problemáticas y necesidades particulares.
En nuestra economía siguen predominando los negocios pequeños y los de
reciente creación, por lo que aun cuando existen establecimientos muy grandes, el
promedio de personas ocupadas por establecimiento es de 5 (INEGI, 2015).
Por la importancia de las MIPYMES, es importante instrumentar acciones para
mejorar su entorno y apoyarlas directamente, con el propósito de crear las
condiciones que contribuyan a su establecimiento, control y mantenimiento en el
mercado económico actual.
Como parte del servicio de mis prácticas integradas durante la licenciatura, tuve
oportunidad de estar en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de la ciudad de
Guanajuato capital en el año 2013. En el lugar, pude observar cómo propietarios
de negocios de pequeño tamaño, llámense negocios familiares, micro o pequeñas
empresas, se veían involucrados en procesos jurídicos tardados, que les costaban
más que dinero, pues muchos de ellos se trasladaban de municipios vecinos a la
JLCA, implicando esto distintos esfuerzos, desgastes físicos y emocionales, como
pérdida de productividad al abandonar por un día completo sus negocios y atender
al llamado de la JLCA.