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Introducción
El entorno posmoderno de la administración pública, exige afrontar grandes retos
que conlleven a los cambios e innovación de la organización. Toda vez que la
ciudadanía reclama al Estado que su administración sea inteligente, eficiente y
eficaz, capaz de prestar servicios de calidad y que sus decisiones políticas sean
congruentes con el sentir y la actividad de los ciudadanos, transformándose así en
una administración pública que se acerque a la realidad de la sociedad e involucre
a los diferentes grupos de interés en los procesos de toma de decisiones y de la
gestión de recursos con los que se dispone, quedando a su resguardo el manejo
transparente y adecuado de los recursos que le han sido conferidos. La
administración pública en México está en un concepto obsoleto y con un alto costo
con cargo a los contribuyentes, siendo necesario incorporar herramientas
innovadoras que le posibiliten responder con éxito a los desafíos del escenario
cada vez más globalizado y competitivo. La administración pública está inmersa
en dificultades de financiamiento, sin políticas públicas productivas, como
resultado de una crisis en el modelo financiero mundial y con repercusiones sobre
las actividades que los gobiernos desarrollan para brindar un esquema de
bienestar a los ciudadanos, tales como subsidios, sistema de salud, seguridad
social, educación, vivienda, etc.
Esto último representa en sí el problema central por el que la administración
pública se debe reinventar y ser capaz de encontrar éxito. Siendo necesario que el
aparato estatal aplique alternativas viables en políticas de gasto, reducción del
sector público y de la utilización instrumentos hacia la eficiencia y eficacia en la